miércoles, 24 de marzo de 2010

UTOPÍAS DESPIERTAS

Cuando veamos a los ojos a un niño, debemos ver lo siguiente:
que no existe la violencia en su mundo,
que la palabra guerra es solo un calificativo que se usa en los negocios,
que no se debe regalar armas sino cuentos, sonrisas, historias
que no se debe soñar con dinero, hay que vivir la libertad.

Cuando le hablemos...No le digamos lo que es verdad cuando somos capaces de mentir
contemplemos su silencio, la expresividad de sus ojos
que su preocupación sea comer verduras, no su futuro
alimentemos sus sueños como si fueran nuestros
no lo callemos cuando habla, porque sus palabras son sinceras
no contaminemos su mente con nuestros fracasos, no lo culpemos.

Pon atención…abrázalo, cobíjalo, nunca lo golpees
pregúntale y aprende
disfruta de sus carcajadas, es la prueba de que existe la felicidad
sírvele como un árbol donde cuelgue columpios, que escale
nunca le des sombra,
arrúllalo cuando la noche se hace larga
déjalo que corra, que salte hasta cansarse
que se moje con la lluvia y conozca su pureza.

Conciencia…
no los dejemos desamparados, porque no es justo
no los olvidemos porque hayamos crecido
rescatémonos en la fantasía de la imaginación y
pongamos tan solo una pieza de este loco rompecabezas
llamado tierra.


A tu memoria pequeño guerreo,
tu lucha terminó ya, descansa en paz.