CUENTO DE PROTAGONISTAS

jueves, 26 de abril de 2012

Hoy empiezo a redactar una historia que no sé cuánto dure, donde los protagonistas son efímeros, son cómplices y revierten la historia.

Sus sueños están basados en un ideal que ni siquiera ellos conocen aún, son itinerantes, enérgicos y con decisión. Su furia mental alienta sus acciones sin entender resultados.

Van en un andar que la sociedad fabricó como consecuencia de actos superiores y anteriores, el tiempo es propicio para imaginar.

La gente cuestiona sus actos, justos o injustos hay preguntas. Él calla, ella también, el silencio es la respuesta ensayada. Solo sonríen.

Una vez más acuden al llamado de la atracción, cada uno busca por su lado, parecen direcciones erróneas, cada uno confunde con sus pasos.

El tiempo para entender el sentido de dirección de sus pensamientos y jugando también su protagonismo, los encara. El tiempo es nuestro mayor enemigo y nunca podremos ganarle, piensan. Tratando de anticipar su reacción, usan la brújula de la intuición.

El sentido de sobrevivencia los hace encontrarse, necesitan hacer de esta historia un acto de desacato, antes de que la misma historia los acabe.

Se han unido para ser más fuertes, para prevalecer en un mundo individual. Se ven, se piensan, se impacientan. El tiempo es temerario.

Toman el riesgo que los oyentes sobrevaloraron,  que los espectadores impacientemente sufren, en donde las entrañas estremecen.

Se vuelven cómplices del mismo temor, de los mismos deseos, de la misma necesidad de vivir, cada uno aporta algo, cada uno lucha con su identidad.

Impacientes de su lucha, temerarios con lealtad, van al encuentro de sus vidas, sin pensar que pueda pasar. Son dos, se hacen uno.

La noche y el día sueñan con destellos así, solo los pueden contemplar, aderezan su pasión con estrellas y con mar. El mundo los envidia.

Una vez más estos protagonistas con miedos y diálogos improvisados se enfrentan a los espectadores, acartonados por un guión, solo exclaman.

Ha comenzado la parte crucial de la obra, donde el público es receptivo, ellos primordialmente los ignoran. Los sorprenden transformando su escenario, inventando su entorno.

Ahora los espectadores interrumpen, buscan llamar la atención, los protagonistas se hacen más fuertes, el mundo los envidia otra vez.

Así los protagonistas resisten ataques, van desvaneciéndose juntos, se pierden unidos por un solo diálogo, el de ellos. Único e incomprendido.
Sus cuerpos son historia, materia de imperfección, rescatados por el alma y la unísona pasión.

Así se despiden los protagonistas, carentes de actuación. Ellos se hacen grandes, nosotros le llamamos inspiración.

Quizá teníamos un mundo perfecto y lo echamos a perder, los protagonistas de esta historia, son superiores, impensables pero siempre podemos ser nosotros.