Se esconde tras la ventana, piensa que es el mejor lugar
para escapar del exterior sin dejar de verlo.
Susurra una enseñanza hereditaria antes de ir a dormir.
Dispara un pensamiento fugaz hacia alguna parte, de alguna
ciudad, de alguna otra mente.
Ha decididó completar su ritual con la inquietud de una duda
que no podrá resolver… las dudas son afirmaciones de que no sabemos preguntar.
Los personajes de la noche empiezan a cobrar vida tras los
sonidos refugiados en el silencio,
la mente es la primera en hablar.
Su lenguaje el más incisivo.