TORERO

viernes, 25 de junio de 2010
Esta gran historia de los ruedos es gracias a la sensible pluma de mi primo
MARTIN TOLEDO


El traje de luces me enfunde con esmero
Aquella tarde, tomaba la alternativa como torero
Y así, elegantemente vestido llegue al burladero

Un par de banderillas
Colocar quise de manera elegante
No pude lograr la suerte
A cambio mi corazón recibió
Un rejón fulminante

De rojo mi sangre la arena teñía
Olor a tragedia el ruedo tenia
No obstante mi muerte
La fiesta en la plaza seguía

Los oles deje de escuchar
La plaza y la gente ya no veía
Creo, que he muerto y
la faena aún no concluía
Para mis adentros así me decía

Del paso doble sus notas ya no seguían
Los acordes ya no escuche
En la arena mi cuerpo inmóvil
Que tristeza ahí me quede

Esa tarde apéndices yo no corte
Ni vuelta al ruego siquiera logre
Mudos los tendidos con mi muerte deje

Otra tarde torera vendrá
Solo que el ruedo en el cielo estará
Los alternantes no se quienes serán
Pero ese cartel, juro mi nombre tendrá

Mi faena para el padre supremo será
Los aplausos que aquí no llegaron, allá me darán
Esta corrida ninguna tragedia tendrá
Incluso el toro con vida a los corrales volverá.

Ya no busco laures.
Ni tengo sed de victoria
Aquí de nada me sirven
Porque sin ellos, estoy en la gloria.

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