LA MAGIA DEL 101

lunes, 24 de agosto de 2009
Toco a la puerta, cierro los ojos
solo el sentido del olfato me indica dónde estoy
flores frescas, velas, eso dice.
Sonrío, escucho tus pasos
apareces frente a mí, una vez más.
Todo es normalidad.

Días maravillosos alrededor de ese mágico lugar
encuentros que lucen tan actuales
que erizan la piel mientras escribo.
Los recuerdos están ahí.

Puedo seguir con los ojos cerrados y saber,
donde está la cocina, el sillón de dos plazas
los cuadros, el teléfono, el apagador.
Tu cama, tu cuerpo.

Nada es igual que antes, abro los ojos,
el olor se fue, los sabores son diferentes
y pienso si me habré equivocado de lugar,
un rotundo NO viene a mí de golpe.
Salgo, sigue el mismo 101 en la pared,
Algo pasó.

Me traiciona la mente y vuelvo a escribir.
En algún momento, en algún espacio de este lugar me equivoqué,
la indiferencia al tiempo me cobra algo,
el actuar de mis días me lo reprocha,
pero nadie, ni el tiempo ni los días, saben que pasó.
Ni tú, ni yo, ni el 101.

Enfrento lo que viene, no sé cómo,
con valentía, con indiferencia, con ineptitud.
La sabiduría sobra en estos casos.
Y sí, otra vez, en algún momento, lo eche a perder
y vuelvo a preguntar, nadie responde.
Víctima de mis preguntas,
Vuelvo a escribir.

Sigo con los ojos abiertos, la mirada está perdida
un suspiro, una mueca, un susurro.
Solo puedo agradecerte
el tiempo, los olores, los sabores, la interminable dulzura.
La misma ingratitud de mi mente, me trae otra pregunta
¿Ahora sabes lo que pasó?
Volví a sentir, a vivir, a emocionar a las ideas,
al pensamiento.

Ojalá todo fuera simple como estas líneas,
hay veces que el corazón necesita creer en algo
y cree en mentiras a falta de verdades.
Acabé con esto, no sé cómo y no sé por qué.
Pido una disculpa, pero el arrepentimiento no regresa el tiempo.
Dicen que los sueños nunca se deben alcanzar para que así,
permanezcan intactos, perfectos.
Yo desperté antes.

Me escuchas, te hablo a ti
¿Qué estoy haciendo?
El silencio solo puede responder con el silencio.
Si le preguntas al aire
seguramente su respuesta te llevará a otro destino.

Ahora el número 101 significa algo para mí
es la idea de un mundo distinto,
Gracias por dejarme entrar a él, por conocerlo
por hacerlo mío, gracias
porque sin querer,
me hiciste sentir vivo.
Me hiciste creer.

La pérdida duele.
Pero no se puede perder algo
sin antes tenerlo.
Algo pasó.

Regreso, veo el número,
cierro los ojos, los olores regresan
las texturas son las mismas.
La esperanza me abriga esa noche.
Toco la puerta, la impaciencia me ataca
la sonrisa me conforta, no escucho tus pasos
toco una última vez,
pero en esta ocasión la puerta no se abre,
La puerta se cerró.
Y con el anhelo de abrir otro 101,
vuelvo a escribir.

4 comentarios:

Unknown dijo...

al final..... solo puedo agradecerte

El Deivid dijo...

Asi es esto mi charly, en la vida siempre hay que ser agradecidos.

mers dijo...

gu-a-u..... sin palabras... hermoso y doloroso a la vez....
gracias x compartir!

El Deivid dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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